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Offredo, con la nariz fracturada, tras la agresión / © Facebook
Con la muerte de Michele Scarponi todavía muy fresca en la memoria colectiva del pelotón profesional y de todo el mundillo ciclista, el día de hoy nos deja otro susto que, por fortuna, termina con un resultado muy distinto. Yoan Offredo (Wanty-Groupe Gobert) ha sido víctima de una agresión durante un entrenamiento en la que los atacantes han llegado a utilizar un bate de béisbol y una navaja.
Otra de las marcas de la agresión / © Facebook
Offredo, que ha sufrido una fractura de nariz, un corte en la cadera y varios moratones, ha relatado su experiencia a través de las redes sociales en las que, además, ha compartido diversas fotos (que acompañan a esta noticia) en las que muestra el resultado de la agresión.
Las causas no están claras todavía, por lo que no se sabe si todo ha sido producto de un atraco, una discusión de tráfico, una agresión al azar o cualquier otra motivación, pero el resultado de este hecho ha provocado que Offredo, de 30 años, haya dejado constancia de sus sentimientos en su cuenta de Facebook.
“Comencé a montar en bicicleta a los 12 años con toda la imprudencia que eso conlleva”, comienza su relato el corredor francés. “Estaba lejos de sospechar que de esa pasión nacería mi profesión como corredor ciclista. También estaba entonces lejos de imaginar que a lo largo de mi carrera me encontraría gente maravillosa y que algunos de ellos se irían demasiado pronto”.
Sin embargo, Offredo también asegura que “estaba lejos de imaginar que este trabajo sería tan peligroso. Que ejercer mi profesión supondría, incluso, poner en riesgo mi propia vida” y explica que “en el día de hoy he sido víctima de una agresión con un bate de béisbol y una navaja mientras entrenaba con unos amigos. Resultado: la nariz rota, un corte bastante sucio y varios hematomas por todo el cuerpo. Pero, más allá de las lesiones físicas, estoy en shock”.
El corredor muestra sus heridas / © Facebook
El corredor explica en esas mismas líneas que “no estoy enfadado, únicamente estoy triste por comprobar que no quiero animar a mis hijos a practicar este bello deporte que tanto amo. Es demasiado peligrosos. Sales de casa por la mañana, pero no sabes si volverás”. Y finaliza constatando estar “muy triste por comprobar que en el país de los Derechos Humanos, los derechos de los ciclistas son ignorados”.
El suceso ocurrido hoy recuerda enormemente al vivido hace un año por Philippe Gilbert, que fue agredido el 9 de abril de 2016 por dos personas en estado de embriaguez durante un entrenamiento y que se saldó con la fractura de un dedo por parte del corredor belga.
