El seleccionador nacional de ciclismo de montaña, Mikel Zabala, que ya vivió unos Juegos como director técnico, acude a Tokioen calidad de seleccionador nacional con un talentoso trío de ciclistas que ya han demostrado este año que pueden hacer cosas importantes.
-¿Qué diferencia hay entre vivir unos Juegos Olímpicos como director técnico y hacerlo como seleccionador?
-Es muy diferente, se vive de otra manera, más cerca de los corredores, con mayor implicación. La responsabilidad es la misma, siempre es muy grande en unos Juegos Olímpicos. Como seleccionador hay que lidiar con la presión y ser el absorbente de problemas, que estos no trasciendan a los deportistas.
-¿Qué supone para usted a nivel personal ser parte de los Juegos Olímpicos?
-Los que nos dedicamos a las ciencias del deporte vemos olimpismo de una forma especial, lo ponemos en valor. Es la fiesta del deporte Mundial y donde están los elegidos. Es una cita con una relevancia a nivel Mundial que hace que gente que no consuma deporte vea todo lo que tenga delante porque sabe de esa trascendencia.
-¿Cómo ha sido el proceso de selección de los ciclistas que van a Tokio?
-Todos sabían, porque estuvieron en la misma reunión, los criterios que se iban a tener en cuenta. Fundamentalmente eran las dos Copas del Mundo de Albstadt y Nove Mesto, porque eran las citas donde todos podían competir conjuntamente; de ahí que Jofre Cullell optara por competir con élites, dando ese salto y renunciando a su participación sub23. En esas dos pruebas los números han acompañado a esos dos elegidos. Siempre hay gente que puede tener su opinión y otros criterios, pero los criterios eran los que eran y todos los conocían. Los criterios son justos y creo que van los dos mejores y los que nos pueden colocar en mejor lugar.
-¿Cómo afrontan los ciclistas la presión de los Juegos Olímpicos?
-Los Juegos Olímpicos tienen la particularidad de que hay una presión añadida que no existe en ninguna otra prueba. No todos llevan la presión de la misma manera. Valero tiene experiencia, él nos dice que está tranquilo y sabe a qué se enfrenta. En el caso de Rocío y Jofre es más, de algún modo, inquietante, al ser su primera vez. Tenemos que ir con la mentalidad de que no lo vamos a pasar bien con toda la situación del Covid. Los jóvenes, tanto Rocío como Cullell pueden dar una sorpresa. La selección de Rocío y Valero estaba cantada, pero el caso de Cullell puede dar una importante sorpresa como ya hemos visto en Copa del Mundo. Hay mimbres para hacer algo importante.
-¿Cuáles son las particularidades de la carrera de los Juegos Olímpicos?
-En el caso de España, tenemos más oportunidades en unos Juegos Olímpicos que en una Copa del Mundo o un Mundial. Simplemente porque hay grandes potencias como Suiza o Francia que tienen más de 3, 4 o 5 corredores que pueden estar disputando la victoria. Y aquí pueden traer menos corredores; eso hace que nos quitemos rivales, dicho claramente. Aquí también la salida tiene una importancia menor. Se va a salir bastante adelante; va a tener importancia, pero no será tan trascendental como en un Mundial o una Copa del Mundo.
–¿Qué otro factor cree que puede ser importante en la carrera?
-Yo estoy convencido de que el factor psicológico tiene un porcentaje de incidencia en el rendimiento deportivo súper alto. Si la cabeza no
va, no va nada, por mucha condición física o técnica que se tenga. Si uno no está centrado y no se lo cree, lo tiene muy complicado. Tenemos que hacer que ese problema se convierta en una ventaja en nuestro caso. Como se maneje esta situación va a ser clave también para el día de la carrera.