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Haimar Zubeldia buscará esa victoria de etapa en el Tour que se le escapa © Ciclo 21
Nicolás Van Looy / L’Alfàs del Pi (Alicante). Enviado especial Ciclo 21
Haimar Zubeldia (Usúrbil, 1 de abril de 1977) no piensa en el futuro a largo plazo. Como Rick Blane en aquella mítica escena de Casablanca cuando le decía a Yvonne que no sabía lo que iba a hacer esa noche porque no hacía planes a tan largo plazo. Ha sido el primer español clasificado en el Tour de Francia en las ediciones de 2003 y 2012. En cinco ocasiones ha sido capaz de acabar entre los diez primeros de la general final y como el mejor de su equipo, algo que debe de ser muy tenido en cuenta si nos fijamos en los conjuntos en los que ha militado el guipuzcoano.
El próximo día 1 de abril cumplirá los 38 años. Debutó con 19. Está a punto de cumplir media vida en el pelotón profesional y eso le convierte en uno de los tótems de ese mega equipo que es el Trek, un conjunto pensado y diseñado para brillar y ser protagonista durante todo el año. Con un potentísimo bloque de clásicas y una no menos temible sección para las vueltas. Zubeldia, por supuesto, militan en esa segunda parte, pero su peso específico en el equipo se transmite a todos. Buen ejemplo de ello es la admiración y reconocimiento que por él siente un hombre como Julián Arredondo y que no dudó en reconocer en su reciente entrevista con Ciclo 21.
Y como es un hombre que no hace planes a largo plazo no sabe si esta será su última temporada. Por si acaso lo es, que eso ya se decidirá más adelante, se plantea el otoño de su carrera exactamente igual que los casi 20 años anteriores, es decir, con la intención de disfrutar cada kilómetro que sumen sus piernas.
– Después de tener que decir adiós anticipadamente a la Vuelta a España y, de esa manera, poner punto y final a la temporada 2014, lo primero es preguntarle por cómo se encuentra. ¿Ha superado todos los problemas?
– Bueno, tenía previsto terminar el año con la Vuelta. No iba a correr más, pero es cierto que la Vuelta para mi terminó antes de tiempo. Pero sí, estoy recuperado. Lo que sucedió es que necesitaba un descanso [N.d.A. hasta el día de su abandono Zubeldia había acumulado 79 días de competición y más de 12.000 kilómetros]. Cuando el cuerpo dice basta empieza a fallarte la salud. Comencé un poco renqueante con un catarro que pudimos solucionar, pero luego empezaron los problemas con el furúnculo y se complicaron y decidimos irnos para casa el segundo día de descanso. Recuerdo que paré una semana y luego seguí entrenando un poquito porque era muy temprano para dejarlo del todo. Por fortuna, todo aquello está ya olvidado.
– Otros años usted solía correr algunas carreras después de la Vuelta y alargar algo más su temporada. Este invierno ha sido un poco diferente en ese sentido. ¿Cree que lo va a agradecer en 2015?
– La idea era esa. El año pasado empecé muy pronto la temporada. En enero ya estaba corriendo en Argentina y en esa primera parte del año corrí bastante y ese era uno de los motivos por los que quería terminar con la Vuelta a España. Otros años empezaba a mediados de febrero o incluso marzo y eso nos llevaba a prolongar un poco más la temporada.
– ¿Ya tiene claro el calendario que hará en 2015?
– Sí. Empezaremos en Dubai y después haré Almería, Murcia, Andalucía, Volta a Catalunya y País Vasco antes de hacer un pequeño parón para luego hacer California, Dauphiné y pensar ya en el Tour de Francia. Prácticamente es un calco de lo que podría ser mi calendario clásico. Hemos quitado las clásicas de las Ardenas porque prefería descansar un poco antes e ir con unos días más de entrenamiento a California porque se trata de una carrera importante para el equipo. No es la primera vez que corro allí, pero otros años lo he hecho después de las Ardenas y habiendo descansado sólo 15 días y quizá te llegue demasiado temprano cuando lo haces de esa manera.
– El año pasado volvió a ser el mejor del equipo en el Tour de Francia. Su calendario es evidente que le lleva hasta la carrera francesa. ¿Ha hablado ya con el equipo sobre cuál será su papel?
– No. No hemos hablado de ello, pero sé perfectamente cuál es mi papel dentro del equipo. Hemos traído un líder [Bauke Mollema] y creo que Frank [Schleck] va a estar a mayor nivel este año después del año pasado que fue un poco especial para él. Mollema ya sabemos el tipo de corredor que es. Tiene margen de mejora y creo que tiene los mejores años todavía por delante. Como te digo, yo sé cuál es mi papel. Tengo que estar ahí para poder ayudarles en la montaña, sobre todo en el Tour. Sé que durante el año voy a tener oportunidades y si durante el Tour veo que surge algo y hay una oportunidad para mi, yo voy a estar ahí tal y como he hecho estos últimos años. Ha habido varios años en los que hemos ido con unos líderes que por un motivo u otro como lesiones o lo que sea no han estado bien y yo he aprovechado mi oportunidad. El año pasado fue un poco de lo mismo. En teoría íbamos con Frank, pero yo iba algo mejor.
Zubeldia durante el pasado Tour de Francia ©Trek
– Usted ha compartido equipo con Contador, Armstrong, los hermanos Schleck… y con todo ha sido usted cinco veces top-10 en el Tour y el mejor de su equipo. ¿Se ha planteado alguna vez buscar un equipo donde ser el jefe de filas indiscutible?
– Bueno, realmente tuve esa oportunidad durante los años de Euskaltel. Estaba Mayo también, pero tuve la oportunidad. Una vez que cambié de equipo al irme de Euskaltel yo me planteé y vi hasta donde podía llegar. Nunca he conseguido mejorar ese resultado del quinto puesto y creo que para eso hace falta otro saltito y nunca lo he dado. Quizá ese sea mi límite. Creo que en este mundo hay que saber dónde estás en cada momento y yo eso lo tengo muy claro.
– ¿Cambiaría los cinco top-10 del Tour por una sola etapa?
– ¡Eso está claro! Bueno, me quedaría con uno de esos top-10 y una etapa (ríe). Tal y como voy a ir este año intentaré aprovechar esa oportunidad. Lo que ocurre es que cuando ya estás metido en el Tour y estás haciendo la general, hipotecas un poco las opciones de hacer una etapa porque no puedes fallar ningún día, pero si voy pensando en ayudar a otros puedo tener un día para reservarme y meterme en una escapada y tener la oportunidad siempre que tengamos la suerte de llegar a meta. Lo voy buscando año tras año y esperemos que algún día llegue.
– El Tour de este año es, por decirlo de alguna manera, muy raro. Uno diría que los corredores están divididos entre aquellos a los que les encanta y los que lo detestan. ¿En qué grupo se situaría?
– Me gusta. Quizá quitaría la etapa de los adoquines, pero sí me gusta. Es atípico. El Tour suele ir cíclicamente. El año pasado no fue un Tour con mucha contrarreloj y la gente esperaba que este año eso se compensara, pero va a haber menos y eso es atípico. Vamos a tener mucha montaña que lo convierte en un Tour muy duro desde el principio con Huy, Bretaña y habrá que estar muy atentos a todo.
– Ya ha dicho que no le gustan las etapas de adoquín, pero ¿entiende que las incluyan en una gran vuelta?
– ¡Claro que lo entiendo! Son jornadas que plantean una gran incertidumbre y expectación y eso es algo que a la gente le despierta interés. Este año, además, coincidió que la etapa fue sencillamente espectacular con ese día de lluvia y eso es algo que al espectador le gusta. Lo entiendo, sí, pero al no ser un especialista la noche anterior siempre estás nervioso y con el material que llevamos y teniendo a Fabián… al final tampoco se sufre tanto. En broma siempre digo que se sufre más el día de los Campos Elíseos porque vamos con la bici normal, sin nada para los adoquines. Lo cierto es que es una pasada cómo ayudan los materiales hoy en día.
– Otro ilustre veterano como es Purito Rodríguez decía recientemente que el ciclismo ha cambiado mucho desde que él llegó. Usted lleva casi 20 años en esto. ¿Tanto ha cambiado?
-Ha cambiado mucho, claro. Todo. Cuando yo pasé casi todos los equipos eran iguales o al menos parecía que jugaban en la misma liga. Ahora tenemos a los de la Champions y por debajo a los demás. Las reglas también han cambiado. Antes teníamos más reglas no escritas y hoy en día los jóvenes cuando pasan ya han hecho sus pinitos. Por Internet o por lo que sea los chavales que pasan también son más conocidos. Cuando yo pasé, empezabas de cero y tenías que hacerte un nombre y ahora eres Campeón del Mundo Sub-23 y todos te conocen. Tienes un cierto status. Tienes todavía mucho que aprender, pero tienen madera de líderes. Antes estabas más a la expectativa y a ver cómo calabas. Tenías que hacerte un hueco.
– Pasó usted con 19 años y ahora roza los 40. ¿Qué queda del chaval que debutó con el Euskaltel?
– Lo que queda es el amor por este deporte. Yo cuando deje la bicicleta seguiré andando en bici. Esto me encanta. Es algo que vivo con mucha pasión. Pero desde entonces Haimar ha cambiado mucho. En experiencia, claro, no hay color. Siempre dices aquello de ‘si supiera todo lo que sé ahora con 20 años…’, pero eso es ley de vida. Seguro que cuando tenga 60 diré lo mismo, pero cambiaré los 20 por los 40 años. Todo esto sirve para, como te decía antes, saber cuál es tu sitio en cada momento. Cuando pasas a profesionales todo son dudas. No conoces tu cuerpo como lo conoces ahora, no conoces el oficio y te queda todo por hacer.
– Ahora ha llegado a ese punto en el que es consciente de que ya ha pedaleado más kilómetros de los que le quedan por delante. Pero usted ha tenido un tipo de 43 años como compañero hasta hace pocos meses y algunos de sus compañeros podría decirse que son de su quinta. ¿Se han planteado batir el récord de longevidad de Voigt?
– [Ríe abiertamente y abre bien los ojos] ¡A mí no se me ha pasado ni por la cabeza! No me veo. Sé que me quedan pocos años e intento disfrutarlos como si este fuese a ser el último. Espero que no lo sea, pero lo que tengo pensado es decidirlo en el último momento. Quizá sea este año, pero me gustaría decidirlo en septiembre. Se me haría muy duro estar pensando siempre que esta va a ser la última temporada. Creo que no sería capaz de darlo todo. Ya veremos. La ilusión y la motivación la sigo teniendo. No ha cambiado nada respecto al año pasado o al anterior. Lo que quiero hacer es ir año a año y ya veremos cuando toca poner el final.
– ¿Qué firmaría para este 2015 si le dieran a elegir?
-Ganarme en la carretera lo que me pide el equipo. Eso será una señal de que seguiré en este mundo. Y, como ya me has dicho antes… si ganamos una etapa en el Tour sería la guinda del pastel. Lo he perseguido muchos años y he tenido muchas oportunidades porque he estado muchas veces. Es algo que me encantaría conseguir.
